lunes, 2 de febrero de 2015

Esos vacíos

Han pasado muchas cosas desde que me gradué. Y a la vez, no ha pasado nada.
Seguro, ingresé a la universidad y tuve mi primer trabajo. Así mismo, siento que nada es igual como imaginaba. En el colegio contaba los días para salir al mundo y hacer un montón de cosas demasiado cool para mi edad, y la burbuja en la que me encontraba se rompió para poder ensuciarme de la triste realidad promedio que atraviesan los jóvenes (hay diferentes realidades) (hay diferentes jóvenes).
Problemas económicos, personales y otras estupideces empezaron a aparecer por lo que desistí de hacer backpacking por todo el Ecuador, llevar una reflex, quizá una guitarra, hacer amigos hippies en montañita... No tenía el menor interés de concentrarme en lo que iría a ser en un futuro, no quería, nunca lo hice. 
Me acuerdo de un articulo de la revista Diners sobre la biografía de Andrés Crespo en el que planteaba una especie de reflexión acerca de las carreras tradicionales como jurisprudencia o medicina. Él decidió viajar por todo el mundo y ser actor a pasar horas en una oficina. En su tiempo si no eras abogado, médico, ingeniero o político no eras nadie en la sociedad (súmale comerciante). 
En un instante me sentí identificado con él (Andrés), pero recordé que no tengo el total apoyo financiero de mis padres para darme el lujo de viajar y estudiar en Casa Grande. 
Ya que era bachiller químico-biólogo, seguí al resto de mis compañeros a la carrera de medicina en la estatal (una de las más tradicionales, tiene clasificación D que es la calificación más baja que puede tener una universidad). 
Pasé el pre y ya, me cansé de escribir tratando de pensar lo que tengo que decir para que este post tenga sentido y vaya con el título. Esos vacíos son esos extraños momentos en los que no siento interés por conversar con mis amigos. Esos vacíos son las horas de clase que tengo, pero que no les doy la mínima importancia. Esos vacíos son el saber que me estoy aislando lentamente de todos sin ninguna razón aparente.
A veces lo único que me recuerda de mis sueños de viajes, cultura, fotografía y música son las canciones de mi playlist.
Soy introvertido.
Soy yo.
Váyanse a la verga.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

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Este es el final del blog del estudiante.
Para empezar, nunca fue mío. Lo creé por una calificación de una materia del colegio, y a algunas personas les gustó. Supuse que podía escribir para alguien más, para alguien que quiera leer lo que quiera ver, y no es así.
Cuando empecé a tener redes sociales, comenzó a crearse una ilusión de mi personalidad. Es como si fueras un actor e interpretas varios roles. Te confundes, piensas en bipolaridad pero tu conciencia dice baja autoestima. Ya estoy harto de toda esta huevada.
Y encima los bots te marcan visitas para alimentar esa sensación que te destruye por completo cuando abres los ojos.
Nos vemos en la U, personas que realmente conozco.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Las últimas vacaciones (Parte uno)

Hola, personas que por motivos que desconozco revisan mi blog.
He estado ausente de blogger desde que curioseaba allá por las tierras lejanas de tumblr (¿de qué mierda hablo?). Anyway, falta poco para entrar a primer año de medicina y la verdad es que tengo la típica sensación que atraviesa todo estudiante cuando se le acaban las vacaciones y se arrepiente de no tener más tiempo para hacer lo que uno quiere en las vacaciones por no hacer absolutamente nada en las vacaciones, wow.
En estos dos meses he estado deambulando por los vaivenes del futuro incierto, recreado como una historia con final feliz por parte de mis estimados padres (si, he pasado mucho tiempo en Mr. Books)
En serio, no se qué carajos voy a hacer en el primer semestre de medicina si paso entusiasmado con la historia, literatura, música, y todas esas cosas que uno llama hobbies .-. Pero en fin, para eso tenemos internet; suscribiendose a unos canales en youtube, siguiendo a unas cuentas en instagram, viendo otra vez todas las temporadas de House... la motivación llega porque llega.

Aunque siga preocupado por la universidad, escribiré sobre mis vacaciones que es lo que le da el título a mi entrada.


Recién finalizaba el curso de nivelación. Mis 'amigos' se reunieron para asistir al evento de clausura que contaría con la participación de estudiantes con un talento a cualquier cosa que llame la atención o simplemente a soportar las miradas. Yo, por otra parte, me alejé de todos. Quizá era la última vez que escucharía como ellos trazaban planes a futuro, pensando en sus 'internados' y otros términos que muestran seguridad y confianza. Simplemente, me alejé.

Recuerdo que viajé en metrovía. Necesitaba estar y a la vez no estar, y no encontré mejor manera que tomar un transporte en el cual te olvidas de lo que piensas mientras contemplas las olas de rostros que llegan en cada estación. Me preguntaba como era la rutina de los conductores, o de todos los pasajeros; sin embargo, más allá de poder conseguir una respuesta creativa, tropecé con un niño. Llevaba una mochila y un mandil, al igual que la señora que conseguía sujetarlo nuevamente. Antes de imaginar la relación entre esos dos, las puertas se abrieron y se marcharon apresuradamente.

Caminaba sin rumbo. Faltaba mucho para la hora del almuerzo, por lo que simplemente caminé.
Es curioso, muchos no entenderán estos hábitos que se desarrollan cuando uno se da cuenta que no es como los demás imaginan.

Esa se volvió mi rutina. Es dificil explicarle a alguien que nunca haya estado en una situación similar, pero basta mencionar algunas películas para que hasta intenten hacer lo mismo.

La mayor parte de mis 'vacaciones' las usé para pensar. Claro, pensar no tiene precio, pero recargar varias veces esa tarjeta me costó un maravilloso día de trabajo.

continuará

martes, 30 de septiembre de 2014

Decisiones

El lunes pasado unos chicos se subieron al bus a cantar. Lo hicieron muy bien según mi opinión y entonces me pregunté ¿por qué hay tanto talento que no sale de las calles? ¿acaso no abundan las oportunidades?
Entonces me di cuenta que las oportunidades no se presentan varias veces y uno es el que elige aprovecharlas. A veces muchos desistimos en lo que se nos presenta por muchas razones; pero cuando miramos atrás, ya es muy tarde. Y no solo lo digo yo, porque existen varias frases como 'nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde' y cosas por el estilo. (entonces atesora lo que tienes y nunca lo pierdas)

Tenemos que saber elegir y decidir. Muchos factores afectarán tu decisión, pero nunca olvides que eres tú el que elige.
En el colegio, uno a veces se ve apresurado a tomar decisiones sobre diferentes situaciones que van desde ir a una fiesta sabiendo que estás castigado hasta elegir una carrera universitaria. Cada situación desencadena una serie de consecuencias que pueden pesar en nuestra vida.
Hace unos minutos me enteré que un amigo salió del instituto en donde estudiaba, y recordé que en el colegio no sabíamos qué estudiar pese a haber escogido QuiBio para ser doctores (u otras cosas, pero la mayoría quería seguir medicina). Yo me resigné al no escoger algo que vaya con mis gustos (que mas bien eran hobbies), pero a él le gustó gastronomía (MasterChef mas que todo). Lo más gracioso era que el era demasiado vago para cocinar.

¿Cómo saber qué decisión es la correcta? Creo que no existe una decisión correcta hasta haberla tomado y darnos cuenta lo provechosa que fue. Las situaciones nos obligan a tomar decisiones, y las oportunidades son situaciones que no se repiten.
Por cierto, los chicos del bus eran amigos y cantaban solo por joda.

martes, 2 de septiembre de 2014

Bus

No hay mejor manera de iniciar un día yendo en bus. Es el único medio de transporte en el cual conoces gente (con 'gente' me refiero a la chica bonita sentada junto a ti)(o chico si eres chica)(o, ok). Y no solo conoces gente, también te encuentras a amigos, les pagas a los carameleros, escuchas vallenato, duermes, te roban...
Pero a pesar de las cosas negativas que te pueden suceder, vives toda una aventura. Así sea que vayas del colegio a tu casa, encontrarás algo interesante.

''Camellando ando"

(La señora no paga, eso que estuvo en primera fila)



En serio, no tomen taxi pudiendo coger un bus, a menos que sea metrovía, esa nota es horrible.

lunes, 11 de agosto de 2014

XVII Encuentro de Jóvenes

Parece que este blog se ha convertido en una especie de diario.

XVII Encuentro Juvenil.

Varias personas me habían hablado sobre lo chévere que es estar en un grupo juvenil. No importa la religión, ni la iglesia; simplemente importa estar entre jóvenes.
Este encuentro tuvo lugar en el Bernandino Echeverría, que es un colegio religioso en Guayaquil. Al llegar, me sorprendí al ver a tantas personas de mi edad y me pregunté si estaban ahí por voluntad. 
Unos chicos estaban repartiendo unas hojas que se acostumbra a repartir en una misa católica. Xuzo,(ecuatorianísimo :) sí, íbamos a una misa. La verdad es que no me gustan las misas, a excepción  de las que realiza el sacerdote de mi iglesia, y el hecho de haber madrugado para ir a misa me desanimó full.
Pero, nunca me imaginé lo que iba a suceder. Entramos al coliseo del colegio y el ambiente cambió radicalmente. Parecía que Skrillex había llegado y todos estaban locos y saltaban, y bailaban...
Yo pensaba que los católicos eran personas que no expresaban alegría, a diferencia de los evangélicos. Un estereotipo que desapareció al escuchar a todos los jóvenes cantar a pulmón canciones que no eran precisamente de Justin Bieber.
Fue increíble, por primera vez creí sentir. De pronto, me pregunté si lo que estaba experimentando no era simplemente adrenalina. Descubrí que ese no era el punto, todos alababan a Dios.
Al menos en ese instante se me fue el sueño. Después de terminar las dinámicas se realizó la misa por el Arzobispo, mucho después se dio la exposición del Santísimo y finalizaron con más dinámicas. Creo que ya encontraron la fórmula para mantener a muchos jóvenes reunidos en un solo lugar por propia voluntad. (Escuchen, profesores)